30.5.06

Todo es mentira

O LA TÉCNICA DE LIGUE DEL SOLAPERO/A*:

Hace unos años, cuando el Nasti era el Maravillas y lo más de lo más eran Manchester y el Gijón sound, la frase de barra pasó del genérico tú a qué te dedicas al dramático me he enamorado de ti y este cambio de tono inesperado creó una nueva escena para el mentiroso de barra. En 1994 las pistas estaban ya llenas de personajes oscuros balanceándose ligeramente con una mirada torva repleta de intensidad. Los sofás se cubrieron de libros de Foucault, de Marcel Proust, de Baudrillard y de carpetas con citas profundas y fotos de la Factory. A la vista estaba que aquellos chicos eran distintos y que lo importante no era follar -por favor, ¡qué vulgaridad! Lo importante era otra cosa, una cosa intensa y muy especial que, de alguna manera, tenía que ver con Leonard Cohen y con la novela que estaban escribiendo, inspirada por una polonesa de Chopin o por una escena de Peter Greenaway en la que alguien llora mientras cae una gota de agua en una ventana que da al mar y que simboliza el infinito, como todo el mundo sabe.

Estos poetas no murieron de éxtasis intelectual sino de exceso de cita. El interminable recurrir a frases de Remando al viento les pasó factura muy pronto, cuando las damas leyeron a Byron y se dieron cuenta de que aquello sí iba de follar y de que -y esto fue lo más grave- el poeta maldito al que se estaban tirando no había leído a Byron, ni a Foucault, ni a Baudrillard.
* Solapero/a: Dícese del que utiliza los textos de las solapas de los libros para entablar conversación en los bares.

4 comentarios:

Susana Delgado Ibáñez dijo...

Consejos vendoo, y para mi no tengooo.

Anónimo dijo...

???? jejej

Anónimo dijo...

Tú sí que sabes chavala! vivimos en tiempos de falsos egos, donde lo que reluce ya no es oro, si no una chapado barato que supuestamente nos gusta... lo que no saben mis queridos estafadores, es que el oro que no es oro sino chapado, con el tiempo, al no ser auténtico, cae a pedazos y siempre, absolutamente siempre, acabas viendo qué tipo de impostor hay debajo. Solaperos y solaperas del mundo, venga yaaaa!

Susana Delgado Ibáñez dijo...

Con lo que a mí me gustan...